viernes, 12 de julio de 2013

Memorandum

"TODO AL MISMO NÚMERO"



“Otra vez será”, “En otra ocasión”, “La próxima vez”, “Ya te diré algo”…son frases que llenan espacio, pero restan significado. Es una forma muy elegante de decir:’ te animo en tu derrota, pero no quiero que formes parte de mi victoria’. Y como bien decía el poeta, hay que saber leer entre líneas, porque tu mente asustada siempre te dará buenas razones para no seguir a tu corazón valiente.

Hace algún tiempo comprendí que las categorías que te pone tu entorno conocido, no las cambian los resultados; que la asignación emocional que atribuimos a las personas y a las cosas, pesa más que el criterio racional; que es inútil resistirse a dicha lógica; que es más productivo crear una nueva categoría que luchar contra una ya establecida.

Que como decía un gran amigo: “Para llegar a árboles más grandes, en algún momento tienes que soltar la rama a la que estas agarrado”. Porque las mejores vistas exigen tomar altura.

Así que, no insistamos en convencer a aquellos que nos otorgaron una ‘categoría pequeña’ de que somos grandes, porque perderemos energía y enfoque para crear algo nuevo, para deslumbrar al mundo que aún no nos conoce.

Soltemos lastre para adentrarnos en nuevos océanos. Seamos fieles a nuestra grandeza y no permitamos que nadie nos robe nuestra energía, tiempo y dignidad. Porque aquel que no te valora en alta estima, te mantendrá ocupado en cosas pequeñas pero nunca pondrá en tus manos asuntos grandes.

Convirtámonos en alguien valioso, y aquellos que nos juzgaron con ojos pequeños volverán atraídos por resultados grandes.

Hagamos que no sea el miedo el que alimente nuestros bolsillos y nuestros corazones.
Comprometámonos íntegramente con nuestro destino, eliminando lo viejo para dar paso a lo nuevo. Dejemos de avanzar con un ojo mirando hacia adelante y el otro mirando hacia atrás; a medias nunca se construyó nada grande.

Además, “El que está ocupado recogiendo migajas, nunca podrá alcanzar y disfrutar del pastel.”

El verdadero compromiso exige ‘QUEMAR LAS NAVES’; poner el 100% de tu alma en avanzar hacia tu objetivo, eliminando la posibilidad de  retroceder. La garantía del éxito es un total y absoluto compromiso con lo que haces.

La vida no es cruel o injusta; la vida te devuelve exactamente aquello que pides, tal y como ilustraba el poeta:
Pacté con la Vida por un penique,
y la Vida no pagó más.
Sin embargo, mendigué por la noche
Cuando conté mi parco acopio.

Pues la Vida no es más que patrón
Que da lo que se le pide,
Pero una vez que se fija el salario,
¡Oh! Es preciso seguir adelante con el trabajo.

Trabajé por el jornal de un lacayo
Sólo para aprender, acongojado,
Que cualquier jornal que hubiese pedido a la Vida
Ella me lo hubiese dado.

Libro: Piense y Hágase rico, Napoleón Hill.




Apostemos fuerte, si nos tomamos en serio el triunfo. Pidamos mucho para recibir mucho y no nos conformemos con menos de ‘mucho’. Sigamos avanzando con obstinación y determinación.

Ponlo todo “AL MISMO NÚMERO”.

2 comentarios: